La N-330, que une la capital turolense con Cuenca, ha registrado en los últimos cinco años una treintena de accidentes en los cuales se han visto implicados camiones. La carretera, sobre la que se proyecta un tramo de la futura autovía A-40, cuenta con un intenso tráfico de vehículos pesados al constituir un atajo entre el norte y el sureste del país.

La frecuencia con que se producen accidentes de tráfico con camiones responde, según los alcaldes de los municipios turolenses por los que pasa la N-330, a la estrechez de la calzada, a la falta de arcenes y a las muchas curvas que hay a lo largo del recorrido. Estas características, según fuentes técnicas, propician en muchas ocasiones que los camiones vuelquen perdiendo su carga en la calzada o que colisionen entre sí o con otro tipo de vehículos. Contribuye a ello la altura, y por tanto menor estabilidad, que tienen los remolques de los trailers.

Los datos han sido aportados por la Jefatura Provincial de Tráfico de Teruel. De los 27 accidentes con implicación de camiones que ocurrieron desde el inicio de 2006 hasta mediados de marzo de este año, siete consistieron en el vuelco del camión mientras que otros nueve vehículos pesados se salieron de la carretera sin que llegara a volcar el vehículo. Con todo, lo más común fue la colisión de camiones con turismos en marcha, once en total.

Los dos años peores fueron 2008 y 2010, en los que se registraron siete accidentes en cada una de esas anualidades. Los más tranquilos fueron 2006 y 2009, con solo tres siniestros en cada año. El balance de heridos de estos siniestros ocurridos en los últimos cinco años es de un fallecido -en septiembre de 2006- y cinco heridos leves.

El alcalde de Libros, Rafael Millán, calificó de «muy alta» la cifra de accidentes con camiones implicados que se produce en la N-330, y aseguró que «no se producen más por la prudencia de los conductores». «En la mitad de las curvas, los trailers tienen que parar porque no tienen espacio para hacer la maniobra; otras veces chocan entre sí los espejos retrovisores de los camiones y otras, simplemente, rozan las cajas con los balcones de las casas de los municipios», explicó el edil.

Avisos por emisora

Millán afirmó que las pésimas condiciones de la carretera obligan a los transportistas a comunicarse constantemente por emisoras de radio avisándose de cualquier peligro o advirtiéndose uno a otro que van a coincidir en una curva. Libros es el más claro ejemplo de los problemas del paso de la N-330 por un casco urbano. La población, partida en dos por la carretera, soporta a diario la circulación de un centenar de camiones.

Millán reclamó la construcción de la autovía o bien la mejora de la actual N-330, si bien no ocultó sus reservas respecto a que la A-40 se construya finalmente. «No sé si llegaremos a ver esa autovía», indicó.

Tras descartar hace dos años el Ministerio de Fomento la autovía entre Teruel y Cuenca por motivos medioambientales, el Gobierno encargó un nuevo estudio informativo sobre un trazado acordado por las tres comunidades autónomas afectadas, Castilla-La Mancha, Valencia y Aragón. Las primeras conclusiones de este segundo estudio apuntan a nuevas afecciones paisajísticas que podrían llevar al Gobierno central a buscar otras alternativas.

Mª ÁNGELES MORENO. TERUEL