
Un tren de mercancías ha descarrilado esta tarde de viernes a la altura del kilómetro 268, cuando circulaba en sentido sur. El convoy ferroviario, de la empresa Captrain, había salido del Port de Barcelona con destino al sur. La incidencia se ha solucionado poco antes de las 18 horas, cuando se ha reabierto la línea ferroviaria para el transporte de pasajeros.
Por causas que se están investigando, cinco de los vagones de este tren han descarrilado poco antes de las 16 horas y han cortado la circulación ferroviaria entre las estaciones de Tarragona y Salou-PortAventura, ha informado Protecció Civil, que ha activado en fase de prealerta el plan Ferrocat durante aproximadamente una hora, a raíz de los productos químicos que transportaba el tren.
Las mismas fuentes han apuntado que la salida de los vagones del eje no ha provocado roturas ni fugas del producto, por lo que el plan Ferrocat no ha pasado de la fase de prealerta.
Según ha informado Adif, varios ejes del convoy de mercancías se han salido de la vía, lo que ha obligado a suspender temporalmente el tráfico ferroviario de pasajeros en este tramo. Los mismos técnicos han reparado la incidencia en unas dos horas aproximadamente.
Renfe ha comunicado que las dos líneas que recorren este tramo de vía entre Tarragona y Salou —recorrido que termina en la capital de la Costa Daurada—, la línea R17 y la RT2, han quedado suspendidas provisionalmente y se ha habilitado transporte por carretera, ya que no hay previsión de reapertura de la vía. Esta reapertura se ha llevado a cabo poco despuyés de las 18 horas.
Los tres productos implicados —etilmetilcetona, acetato de etilo y ciclohexanona— son disolventes orgánicos ampliamente utilizados en la industria química.
La etilmetilcetona, conocida también como metil etil cetona (MEK), se emplea principalmente en la fabricación de pinturas, barnices y adhesivos, ya que disuelve con facilidad resinas sintéticas y se evapora rápidamente, lo que permite un secado limpio de las superficies. También se utiliza como desengrasante industrial y en procesos de purificación de aceites y ceras.
El acetato de etilo, por su parte, es un disolvente volátil e incoloro de olor dulce que se usa en tintas de impresión, cosméticos, perfumes y lacas, además de servir como aromatizante en la industria alimentaria en pequeñas concentraciones. Su rápida evaporación y baja toxicidad lo hacen especialmente adecuado para aplicaciones en las que se busca una manipulación segura y un acabado sin residuos.
La ciclohexanona tiene un papel distinto, ya que además de su función como disolvente, es una materia prima esencial en la producción de nailon, concretamente en la síntesis del ácido adípico y la caprolactama, precursores del nylon-6 y nylon-6,6. También se emplea en pinturas, tintas, pesticidas y recubrimientos de cuero. Aunque eficaz, su olor intenso y su carácter irritante requieren una manipulación cuidadosa.
En conjunto, estos compuestos son sustancias inflamables y de uso industrial, presentes en numerosos procesos de fabricación y productos de consumo, lo que explica su transporte frecuente por carretera y ferrocarril.