El transporte de mercancías peligrosas por carretera es una actividad esencial en la logística global, pero también una de las más arriesgadas. Cuando un camión que lleva materiales inflamables, corrosivos o incluso tóxicos sufre un accidente, las consecuencias pueden ser devastadoras. Tanto para el conductor como para el medio ambiente y las personas en las cercanías.
El vuelco de camiones que transportan estas mercancías peligrosas también puede provocar el cierre prolongado de algunas carreteras, causando colapsos de tráfico y complicando las labores de rescate. A menudo, es necesario movilizar equipos especializados para controlar cualquier posible fuga de material peligroso,
Además del peligro inmediato de incendios o explosiones, hay riesgos relacionados con vertidos de sustancias que pueden contaminar tanto la tierra como las diferentes fuentes de agua cercanas. En Catalunya, donde el tráfico de camiones es elevado debido a su importancia como centro logístico, los servicios de emergencia están preparados para lidiar con este tipo de situaciones a diario.
El incidente más reciente ocurrió en la B-30, a la altura de Cerdanyola del Vallès. En este caso, el camión accidentado transportaba chatarra, y el conductor quedó atrapado en la cabina tras volcar. Según informaron los Bomberos de la Generalitat en su cuenta oficial de Twitter, el accidente tuvo lugar a las 11:51 horas