El valor empresarial de Don Quijote
Empresas y creación. [19/08/2009]


Miguel de Cervantes dejó expresado que el Quijote de la Mancha tenía una empresa: ser un hidalgo caballero andante, emisor de una moral; un loco con humanidad, capaz de luchar contra las fuerzas del mal, reírse de sí mismo y buscar un mundo mejor.
El empresario(a) no es un economista, abogado o experto financiero. Por el contrario, es una persona que tuvo un sueño, una idea o supo aprovechar una oportunidad que lo introdujo al 'mundo de los negocios', donde claves como producir, dirigir, tener resultados y retornos, ojalá a corto plazo, son lo esperado. Esto es el 'éxito empresarial'. Nadie estudia para ser empresario, pero sí para ser un buen ejecutivo, gestor o mejorar competencias que puedan ayudar a conseguir el objetivo.
Hacer empresa en tiempo de crisis ya es un desafío que pocas veces se reconoce y en ocasiones se confunde con generar más o menos negocios. Quienes lideran o colaboran en una empresa, independiente de su tamaño o rubro, requieren en estas épocas de un talante particular, capaz de hacer coincidir objetivos, valores y estrategias con la realidad que les impone el entorno de sus negocios, incierto e inestable.
Hacer empresa en tiempos de crisis también sugiere que el empresario necesita más que nunca a sus trabajadores para cumplir su proyecto, y ellos a su empresa para satisfacer sus necesidades. Por eso la empresa tiene un fin social por naturaleza y requiere construir una relación virtuosa, donde participen los mejores, cuestión que no es fácil de implementar en sociedades poco dialogantes como las nuestras, donde en ocasiones las relaciones laborales se confunden con las relaciones personales.
¿Quién dijo que ser empresario y tener rentabilidad está reñido con una conducta transparente y responsable? Los valores de la Responsabilidad Social Empresarial, aplicados en tiempos de crisis, son activos para mañana y mejorarán los resultados de aquellas marcas que opten por un medio ambiente limpio, que confíen en sus colaboradores, que sean transparentes con sus clientes y accionistas; en definitiva, algo que hace cinco siglos Miguel de Cervantes dejó entrever con la templanza y el carácter del 'empresario' Don Quijote de la Mancha.
Fuente:LA SEGUNDA
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Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en 'Responsabilidad Social Empresarial' de la ONU
Diplomado en 'Gestión del Conocimiento' de la ONU