Parados contratados por el Consistorio retiraron amianto sin llevar protección
laprovincia.es [08/12/2018]




Inspección de Trabajo comprobó en mayo estos hechos y dio de plazo hasta el 30 de abril para adoptar medidas

El Ayuntamiento de Telde, según un informe de Inspección de Trabajo, no garantizó la seguridad y la salud de los trabajadores que recogieron el pasado mayo material peligroso en el polígono industrial de Salinetas -en concreto, amianto-, incumpliendo gravemente la legislación sobre Riesgos Laborales por no adoptar medidas preventivas pese a conocer 'la existencia del residuo'.

Ante estos hechos, Inspección de Trabajo ha dado de plazo hasta el 30 de abril de 2019 a la corporación municipal para que adopte medidas que eviten nuevos casos. Una inspectora de este organismo estatal comprobó el 21 de mayo que personal de convenios -empleo y Fdcan- recogió material que contenía amianto sin la protección adecuada. Una decisión que se considera un grave incumplimiento por la administración local 'en relación con la más que insuficiente actuación desarrollada por parte del Ayuntamiento en cuanto a la protección de los trabajadores que accedieron, permanecieron en la zona y manipularon el material, sin que se conociera la magnitud del riesgo y las consecuencias de la exposición al mismo'.

En un escrito con registro de entrada en el Ayuntamiento el 24 de octubre y después de solicitar en varias ocasiones -29 de mayo, 6 de junio y 12 de junio- la documentación al departamento de Recursos Humanos sobre este hecho y la identidad de los 24 trabajadores localizados en Salinetas y que fue entregada el 12 de junio por el director general de Recursos Humanos, Inspección de Trabajo, bajo requerimiento y en un plazo de seis meses, ordena a la corporación municipal ejecutar cuatro medidas.

En su informe, la inspectora detecta hasta cuatro graves omisiones de la normativa vigente y requiere al Ayuntamiento para que en el plazo de seis meses, que finaliza el 30 de abril de 2019, adopte varias medidas. La primera, 'realizar evaluación de los riesgos derivados de la aparición de vertidos peligrosos durante la ejecución de las tareas de limpieza'; la segunda, 'impartir formación específica a los trabajadores y entregarles información en materia de Prevención de Riesgos Laborales que les permita identificar residuos peligrosos y adoptar medidas propuestas', así como 'planificar medidas de emergencia para casos de localización de vertidos peligrosos durante la realización de tareas y, por último, Inspección de Trabajo requiere 'garantizar una adecuada vigilancia de la salud de los trabajadores que accedieron y permanecieron en el lugar, llegando incluso a manipular el material'.

El origen de este requerimiento nace de una inspección realizada el 21 de mayo, a las 12.45 horas en las calles Encofrador y Aparejador del polígono industrial de Salinetas. En esta zona se identifican a 11 trabajadores que fueron entrevistados 'y que manifestaron haber realizado trabajos de limpieza de vía pública en el lugar visitado, todos trabajadores del Ayuntamiento de Telde'. En la inspección realizada 'se comprueba que tras la limpieza realizada por los operarios han quedado dos montones de residuos bien diferenciados. En uno de los montones hay restos de vidrios y cristales y en otro montón se aprecia un gran bidón y restos de planchas de los que se sospecha que puede contener amianto por la tipología de las planchas, tipo uralita'.

Los operarios respondieron que estaban en un plan de empleo del Ayuntamiento de Telde y que hacía dos semanas trabajaban días alternos en tareas de limpieza de vía pública en Salinetas y los días que no acudían al trabajo participaban en actividades de tipo formativo. Respecto al amianto encontrado, dijeron que no sabían 'ni la procedencia ni el destino de los mismos'. Además, 'desconocían los protocolos a seguir en relación con residuos peligrosos y que siguieron las instrucciones del encargado de amontonarlos y dejarlos allí'.

El encargado declaró que 'los trabajadores apilaron en dos montones los residuos de tipo cristal/vidrio y los tipo uralita, dado que no podían llevárselos en los contenedores porque la tipología de residuo obliga a hacer una gestión diferenciada del resto'.