El accidente se agravó cuando decenas de pobladores intentaron recolectar el combustible, antes del estallido, que habría sido provocado de manera intencional.
Once personas siguen hospitalizadas, entre ellas tres niños, que fueron enviados para su tratamiento a un hospital en el estado norteamericano de Texas.
La policía tiene en marcha una investigación por homicidio y la empresa propietaria del combustible dijo que el accidente fue causado por un ataque armado contra el conductor del camión cisterna.
En aquella ocasión, un testigo dijo que 'un hombre vestido de azul (al parecer un policía) prendió un cerillo y lo arrojó hacia donde estaba la gente recolectando gasolina, dos personas quedaron calcinadas y más de una veintena sufrieron quemaduras', publicó el diario Tabasco Hoy.
Elena González, una mujer de 41 años, dijo al diario local que 'un hombre vestido de azul y con un arma, se acercó y lanzó fuego para espantar a los pobladores (que recogían combustible), pero la gasolina se prendió y la pipa explotó'.