La Asociación de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) celebró el pasado 26 de noviembre su 25º aniversario en un acto en el que la industria petrolífera reivindicó su papel en la economía nacional. Ante las ministras de Transición Ecológica, Teresa Ribera, y de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, el colectivo presidido por Luis Aires defendió la vigencia tecnológica de los motores de combustión interna, cuya prohibición podría “comprometer el progreso futuro, el cumplimiento de los objetivos” fijados en el Acuerdo de París “y la competitividad de nuestro país”.

La AOP organizó en el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid un evento en el que celebró sus primeros 25 años de actividad en el que las empresas integradas en el colectivo (BP; Cepsa; Galp; Repsol y Saras) mostraron su frontal rechazo al borrador de la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que sobrevoló el acto y centró gran parte de las intervenciones.

En un discurso inaugural muy crítico con el texto filtrado del citado borrador, Aires glosó algunos de los hitos históricos tanto del colectivo empresarial como del sector del refino y de la distribución de carburantes a lo largo de los 25 años de actividad de la AOP. Así, señaló que en la actualidad compiten en el sector mayorista más de 155 operadores, indicó que desde 1993 hasta la actualidad el número de estaciones de servicio prácticamente se ha duplicado y puso en valor las mejoras medioambientales introducidas en los carburantes gracias a las inversiones realizadas en las refinerías (en total, en este cuarto de siglo, 27.000 millones de euros, más de mil millones anuales).

Tras reiterar el compromiso de la industria petrolífera en la descarbonización de la economía (en este sentido, señaló la eliminación del plomo de las gasolinas, la reducción de la presencia en los carburantes en un 99% del azufre, la introducción de los biocombustibles, y la reducción en un 19% de la intensidad de las emisiones de CO₂ de las refinerías), el presidente de la AOP remarcó las fuertes inversiones realizadas en el periodo más duro de la crisis económica (2008/18) y afirmó que las empresas que forman el sector “somos valientes y no nos asusta competir”, lo que siempre han hecho “con sensatez, gestionando de forma segura las operaciones, tanto a nivel operativo como financiero”.

En este punto, Aires califico de “insensata” la anunciada prohibición de la matriculación de vehículos con motores de combustión interna, incluso los híbridos, a partir de 2040 y, diez años más tarde, de la circulación de turismos y comerciales ligeros con este tipo de motorizaciones.

El director general de la AOP, Andreu Puñet, en una de sus intervenciones. Foto: AOP.

El presidente de la AOP dijo que esta previsión “socava la libertad de empresas y ciudadanos”, además de generar “una incertidumbre innecesaria que desincentiva las inversiones, reduce la competitividad y retrasa las decisiones de compra, lo que aumentaría más la antigüedad del parque automovilístico español y supondría mayores emisiones”.

El colectivo empresarial defiende que las tecnologías maduras “pueden y deben contribuir a la reducción de las emisiones de forma económicamente eficiente hasta que las tecnologías incipientes sean más competitivas.”

Aires también alertó acerca de las consecuencias de la introducción de estas medidas, que afectarían al empleo en sectores como el del refino, la distribución de carburantes y el de la automoción, tanto entre los fabricantes de vehículos implantados en nuestro país como entre su industria auxiliar.

La ruptura de la neutralidad tecnológica defendida por las autoridades comunitarias, las sanciones previstas para aquellas estaciones de servicio que (obligadas por sus ventas de carburante logradas en 2017) no incorporen a su oferta energética cargadores para las baterías de vehículos eléctricos, fueron otros de los puntos criticados sin ambages por Aires.

El presidente de la AOP, Luis Aires, realizó una encendida defensa del esfuerzo realizado por la industria de refino nacional en su lucha contra el cambio climático. Foto: AOP.

Tras su intervención, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, se dirigió al auditorio. Tras felicitar a la AOP por su aniversario, afirmó que el anteproyecto de la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética filtrado “no será el documento que presentará el Gobierno”. En su alocución, realizada sin ningún apoyo documental, Ribera reconoció el esfuerzo inversor y de innovación llevado a cabo por las refinerías españolas en el periodo 2008/18, en un contexto de precios bajos y contracción económica, para reducir el carbono de sus productos, así como de sus procesos. No obstante, Ribera señaló que es necesario marcar el camino, fijar las decisiones estratégicas que permitan alcanzar los objetivos adquiridos por la Unión Europea.

Tras admitir que algunas críticas realizadas sobre el borrador de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética “son pertinentes”, repitió que el documento “no es el definitivo”. En este sentido, admitió que el gas natural representará una “solución intermedia”, transitoria, en el transporte de mercancías por carretera, así como en el marítimo; apuntó que es necesario conjugar “la visión macro con la micro”, que deben conciliarse, y se mostró partidaria de fijar una agenda de trabajo compartida con todos los actores implicados en la consecución de los objetivos del Acuerdo de París.

Ribera, quien destacó el peso de la industria en la economía nacional, valoró positivamente la experiencia y conocimiento adquiridos por el sector petrolífero y refinero en entornos volátiles, su apuesta por la innovación y el reto que conlleva competir en un mercado global, un caudal de experiencias que “no se puede desaprovechar”.

El director general de la AOP, Andreu Puñet, quien ejerció de maestro de ceremonia, enumeró algunos de los avances logrados por el sector en su primer cuarto de siglo de actividad, para dar paso a un debate, moderado por la periodista Marta Robles, en el cual los máximos responsables de las compañías integradas en AOP expusieron sus opiniones acerca de los retos a los que se enfrenta la sociedad y los cambios que se producirán a nivel energético global.

La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, admitió que algunas de las críticas recibidas por el borrador de la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética, “han sido pertinentes”. Foto: AOP.

Dario Scaffardi, consejero delegado y director general de Saras, se mostró partidario de abordar el reto de la descarbonización de la economía europea “con un enfoque práctico y global”. Tras recordar que las emisiones de los combustibles fósiles “suponen una parte muy pequeña de las emisiones globales de carbono”, advirtió que la sostenibilidad del vehículo eléctrico “dependerá del proceso de producción de la electricidad”. El directivo italiano reclamó reglas de juego comunes, que incluyan gravar el carbono, donde todos los actores tengan la oportunidad de desarrollar tecnologías apropiadas, y se potencien las inversiones.

El consejero delegado de Cepsa, Pedro Miró, remarcó que las actuales tecnologías aplicadas en los motores de gasolina y gasóleo, que cumplen los límites fijados por la norma anticontaminación Euro VI, “son mucho más eficientes y limpias que las más antiguas”.

Miró, quien apostilló que “hemos sido parte de la solución”, realizó una encendida defensa del refino, “una de las principales industrias de nuestro país, que crea empleo de calidad, se esfuerza por retener el talento, promover la innovación e impulsar la formación, especialmente en entornos locales donde la actividad industrial ha sido clave en el desarrollo socioeconómico”. El ejecutivo manresano, que dijo que es necesario “presentar medidas efectivas, no efectistas”, resaltó la relevancia de industrias adyacentes a la del refino, como la petroquímica, que elabora productos esenciales en el día a día, “como plásticos, pinturas, envases, tejidos, material hospitalario, etcétera”.

Los máximos ejecutivos de las asociadas en AOP participaron en un debate moderado por la periodista Marta Robles. Foto: AOP.

Sobre la equiparación de los impuestos que gravan el gasóleo y la gasolina, Luis Aires, en calidad de presidente de BP España, señaló que no sería una medida que permitiera luchar contra el cambio climático, ya que los vehículos diésel emiten menos CO₂ que los de gasolina, “ni resuelve los problemas de calidad del aire, vinculados a la antigüedad del parque.” Esta idea, la antigüedad del parque rodante español, fue apuntada por varios de los intervinientes en el debate.

El máximo responsable en España de BP insistió en la necesidad de promover el desarrollo en un marco de neutralidad tecnológica, “lo que permitiría el desarrollo de las tecnologías más competitivas e impulsaría los productos y tecnologías” con menores emisiones de CO₂. Asimismo, alertó de la pérdida de recaudación que se producirá como consecuencia de la reducción en el consumo de carburantes derivados del petróleo, que se sitúa en los 17.500 millones de euros, 11.000 de los cuales provienen de impuestos especiales.

Aires aportó un dato de especial interés al señalar que la presión impositiva que se aplica sobre gasolinas y gasóleos supone pagar cada tonelada de CO₂ a un precio de 200 euros, cuando en el mercado internacional cotiza a 20 euros y la propuesta de diversas instituciones internacionales aboga por aumentarlo a unos 35 euros para combatir con mayor eficacia contra el calentamiento global. Es decir, en la actualidad los usuarios de vehículos abonan por cada tonelada de CO₂ diez veces más que su precio en los mercados.

Por su parte, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, dijo que las refinerías ya han iniciado su evolución “a través de diferentes caminos, como la incorporación de biocombustibles sostenibles a sus productos o la producción de Aceites Vegetales Hidrotatados (HVO, en sus siglas en inglés)”. El ejecutivo vasco auguró que el sector continuará avanzando en esta línea a través de inversiones en proyectos de I+D “y mediante el despliegue temprano de nuevas tecnologías, entre las que pueden mencionarse las nuevas generaciones de biocombustibles avanzados a partir de residuos o el 'hidrógeno verde', obtenido con fuentes energéticas renovables”, informaron fuentes de la AOP.

Imaz, quien citó un estudio del Esade en el cual se recoge que de entre las ocho principales empresas españolas exportadoras siete operan en los sectores de la automoción y el refino, llamó la atención sobre el nivel tecnológico del refino español, uno de los más competitivos de Europa gracias a las inversiones realizadas, que han impedido que en España se produzca un proceso similar al que han sufrido las refinerías francesas e italianas. Así, en el país galo en los últimos años se ha pasado de contar con doce a siete instalaciones de este tipo, mientras que en el país transalpino la mitad de ellas han dejado de prestar servicio.

João Diogo Marques da Silva, Managing Director de Galp, llamó la atención acerca del papel que tendrán en el futuro las estaciones de servicio, “que podrán aprovechar la ventaja competitiva que supone su capilaridad y el contacto con el cliente”. El ejecutivo luso remarcó que “el factor humano seguirá siendo clave.”

Por su parte, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, aseguró que el Gobierno pretende acompañar a la industria nacional en el camino de la descarbonización mediante la aprobación de un marco regulatorio que logre -particularmente, a la industria petrolífera y de automoción- una transición ordenada.

Maroto recordó el desarrollo por parte del Gobierno de agendas sectoriales que pretenden “consolidar una industria nacional fuerte y competitiva”, para alcanzar el 20% del PIB en 2020, tal y como recomienda la Comisión Europea. En este sentido, anunció que el próximo 21 de enero se presentará la agenda del sector petroquímico y del refino.

En la despedida del acto, el presidente de AOP “advirtió del escenario de riesgo que abre el anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética para la competitividad de una industria tan relevante como el refino, inmersa ya en una transición hacia un futuro de bajas emisiones de CO₂”.

Aires reiteró el compromiso del sector 'con el cumplimiento de los objetivos en materia de cambio climático', subrayó la responsabilidad de que esa reducción 'se realice de una manera coste eficiente, manteniendo la competitividad de la economía y asegurando a los ciudadanos acceso a la energía y a la movilidad a un coste que esté a su alcance”.