El sector desarrolla a nivel local, tintas especiales, repelentes para ropa y hasta aditivos automotrices que protegen el motor.

Repelentes en ropa para alejar a los mosquitos, teflón para evitar manchas en telas, pinturas para teñir prendas a otro color sin afectar el textil, así como aditivos para motores de vehículos son algunas de las innovaciones que desarrollan 25 empresas de la industria química en el estado.

El presidente del Instituto de Ingenieros Químicos en Puebla, Luis Espinosa Rueda, comentó que la mitad de las 50 firmas que integran el sector están apostando por hacer sus propios productos, que son hasta 30% más baratos, con el fin de apoyar a las pequeñas y medianas textileras que buscan abaratar costos de insumos, pero sin sacrificar la calidad de sus manufacturas.

Refirió que desde hace cuatro años, con ayuda de algunas universidades, detectaron que la industria textil debe importar los materiales de Europa y Asia para hacer telas más innovadoras, lo cual les representa encarecer su producción.

Ante ello, la industria química desarrolló sustancias semejantes a las que compran las fábricas textiles, con el propósito de que éstas puedan ser más competitivas, pero a bajos costos.

Inventos

Así, desde hace dos años trabajaron en crear un repelente no tóxico aplicado en la ropa, que aún después de lavarse se mantiene por varias semanas y que ayuda a las personas que viven en zonas donde hay muchos mosquitos, a no ser picadas.

Otra innovación es en el teñido de tela para prendas de vestir, ya que crearon una pintura que es dos veces más barata y que a nivel industrial representa una ventaja debido a las grandes cantidades que se usan para ese proceso.

Tinta para ropa de bebé, la que más demandan

Espinosa Rueda mencionó que uno de los químicos que ha cobrado auge entre las textileras es la tinta para prendas de bebés, ya que al entrar en contacto con el calor corporal cambia de color, y con ello los padres pueden detectar cuando un infante está enfermo.

Mencionó que ese tipo de ropa apenas se empieza a comercializar por pedidos, pero que buscan llegar a los grandes almacenes.

“Los productos químicos generados son de años de investigación en que los científicos de las universidades nos ayudan, ya que a nivel local se tiene una necesidad de la industria por innovar, pero no lo hacen por cuestiones de presupuesto”, apuntó.

En el caso del sector automotriz, mencionó que están probando un aditivo para conservar más tiempo los motores y radiadores, el cual apenas llevan desarrollando desde el año pasado, pero que su costo es más accesible para los automovilistas, y sobre todo necesario para el transporte público.

miguel.hernandez@eleconomista.mx