Azko Nobel hizo los honores en noviembre con su Copper Orange y la empresa Pantone no podía tardar en presentar el que considera color del año 2015, un tono similar aunque más profundo denominado Marsala, que deviene de los olores de la tierra, su tono marrón rojizo y del sabor y la riqueza del vino, de cara a enriquecer satisfactoriamente nuestra mente, cuerpo y alma durante los próximos meses.
Sofisticado y elegante, el color Marsala formará parte de propuestas en moda, maquillaje, decoración, diseño gráfico e industrial y en todos los campos estéticos, pero ¿cómo darle un buen uso en nuestro hogar? Al tratarse de un tono intenso conviene contrastarlo con superficies o muebles en blanco y luz natural que le aporte cierta textura. A pesar de pertenecer a una gama rojiza incita al relax y a la calidez pero lo hace de una forma vibrante y plena, de ahí que para evitar el cansancio sea mejor incluirlo en pequeñas notas: Una tapicería, un fondo de librería, un objeto.
Siguiendo con esa conexión hacia las raíces y el disfrute de la naturaleza, otro de los colores protagonistas de 2015 será el verde palmera (definido por el fabricante de pinturas australiano Haymes como “Rhythmic Palms”). En este caso el tono se expresa en decoraciones “escenario” donde el verde explosiona en todos los sentidos; claramente se convertirá en uno de los reyes cromáticos de la primavera y se augura su mezcla en materiales como el terciopelo, el cristal y las baldosas cerámicas.
La alternativa opuesta está ein los colores empolvados, cercanos a los tonos pastel si bien recrean ambientes algo más excéntricos y no tan románticos. Se opta por el beige como color común y se le da personalidad con una mezcla de lilas, turquesas o verdes agua. Si nos dejamos llevar por los elementos en cobre aquí encajarán a la perfección.
En cualquier caso y más allá de este primer ideario cromático iremos curioseando qué nos deparan los espacios decorativos este 2015 recién inaugurado; en un primer vistazo apreciamos una llamativa diversidad, claves contrapuestas y menos efecto “revival” que en ocasiones anteriores. Quizá es hora de empezar a mirar al futuro…