| El vertedero de residuos urbanos del Ayuntamiento de Valladolid podría haber estado recibiendo durante dos años residuos peligrosos de Extremadura. Una denuncia de un antiguo empleado de una empresa que gestiona este tipo de deshechos y que está asentada en Tudela de Duero, puso sobre la pista al Seprona de la Guardia Civil de Valladolid, que realizó seguimientos a los camiones que entraban y salían de la empresa el pasado verano y que finalmente descubrió como intentaban depositar más de 13.000 kilos de residuos tóxicos.
Así, la Guardia Civil efectuó la correspondiente denuncia contra la empresa, contra el Ayuntamiento de Valladolid, contra FCC, que gestiona el vertedero de residuos sólidos urbanos y contra dos compañías de transportes.
Según pudo saber EL MUNDO las conclusiones del Seprona apuntan a que el pasado 16 de junio la empresa denunciada envió desde sus instalaciones en Plasencia un camión bañera con basura a granel (según la documentación de porte) a la planta que tiene en Tudela de Duero y que desde ahí la carga pasó a dos camiones. Al parecer, los dos camiones llevaban la carga sin que hubiese pasado por ningún tipo de tratamiento, puesto que iba en contenedores de los talleres mecánicos que se deshicieron de estos residuos en la localidad extremeña, es decir, no se llegó a extraer el contenido, y además no era basura a granel.
Estos dos camiones que transportaron la carga que llevó el primero a la planta, pertenecen a una empresa de Boecillo y, siempre según el Seprona, transportó mercancías peligrosas sin la correspondiente autorización de la Junta de Castilla y León. Ya en el vertedero, los agentes constataron que no era basura a granel, sino diferentes residuos peligrosos mezclados.
Descarga sin control
Pero eso no es todo. Además de que esa empresa depositaría en Valladolid basura tóxica de Extremadura, el Seprona comprobó que la empresa Fomento Construcciones y Contratas FCC no habría supervisado correctamente la tipología de los residuos que depositan en el vertedero municipal, ya que los camiones descargaron sin ningún control, e inmediatamente una de las máquinas del vertedero esparció esta carga. El responsable del vertedero, que llegó cuando se estaban produciendo los hechos, ordenó volver a cargar la basura al darse cuenta de que no eran resíduos sólidos urbanos, los únicos que puede recibir ese vertedero. Lo que se había descargado eran garrafas de fitosanitarios, envases, trapos contaminados y filtros.
En 2009 el Ministerio de Industria subvencionó a la empresa presuntamente infractora con 340.762 euros para la gestión de resíduos peligrosos, y además tiene un contrato con Sigre para la recogida, clasificación y tratamiento de restos de medicamentos.
Fuentes de la compañía denunciada explicaron que los vertidos que realizaron no eran tóxicos, sino 'rechazos' formados por papel y plásticos. Las mismas fuentes añadieron que la Junta sólo ha abierto un expediente por recibir basura tóxica de Extremadura sin documentar, y que el expediente ya está recurrido.
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