El año pasado fue un ejercicio histórico en términos de exportaciones. Nuestro país vendió al exterior 277.126 millones de euros en mercancías, un volumen inédito hasta la fecha, que supone un avance de casi el 9% en relación al año previo. Sin embargo, este buen dato se vio empañado por dos variables: el mayor coste de la energía, de la que España es altamente dependiente, y el tirón del consumo a raíz de la recuperación, han disparado también las importaciones y, con ello, nuestro déficit comercial.
En concreto, las importaciones aumentaron un 10,5% hasta los 301.870 millones, cifra que también supone un máximo histórico. Con ello, el déficit comercial se disparó un 32% en relación al año previo hasta los 24.744 millones. Entre lo positivo, también, que las exportaciones españolas fueron más dinámicas que las del conjunto de la zona euro y la Unión Europea.