La Comisión Europea ha autorizado la compra por parte del gigante farmacéutico alemán Merck del fabricante estadounidense de productos químicos de laboratorio, disolventes y los productos inorgánicos Sigma-Aldrich.

La operación cifrada en 17.000 millones de dólares (unos 15.000 millones de euros) despertaba en las autoridades de competencia y antimonopolio europeas ciertos conflictos ya que ambas compañías son los principales proveedores europeos de productos químicos de laboratorio, disolventes e inorgánicos utilizados en laboratorios y centros de investigación.

Tras más de ocho meses estudiando el proceso de compra las autoridades europeas han dado el visto bueno a la adquisición con ciertas condiciones mercantiles que diluyen la posición de fuerza que podría tomar la unión de ambas empresas.

Esas condiciones, que ya han sido aceptadas por ambas corporaciones, exigen la venta por parte de Sigma-Aldrich de sus activos de producción de Seelze, donde se fabrican la mayor parte de los disolventes y productos inorgánicos vendidos por Sigma en Europa.

Además, Sigma se compromete a ceder a nivel mundial marcas comerciales como Fluka, Riedel-deHaen e Hydranal y a conceder una licencia temporal sobre la marca Sigma-Aldrich para disolventes y productos inorgánicos en el espacio económico europeo. Estas medidas antimonopolio se completan con la transferencia de información sobre los clientes en lo que la comisión europea ha determinado nombrar como un 'canal temporal al mercado'.

Bruselas, tras consultar con el resto de actores implicados, ha concluido que con estas medidas se resuelven los conflictos de competencia detectados por lo que la operación cuenta con el beneplácito de las autoridades y se materializará, según las previsiones de Merck, a mediados de 2015.