Llevamos años escuchando hablar de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE), siendo hasta hace poco un tema tratado en la gran mayoría de los casos por grandes empresas; pero esto está cambiando y se acerca cada vez más a las pymes del sector industrial. En el libro verde Fomentar un marco europeo para la responsabilidad social de las empresas publicado por la Comisión Europea en 2001 se afirma que 'ser socialmente responsable no solo significa cumplir plenamente las obligaciones jurídicas aplicables, sino también ir más allá e invertir (más) en capital humano, en el entorno y en las relaciones con las partes interesadas'. Catorce años después se puede decir que la RSE no sólo aporta beneficio a la sociedad o nuestro entorno: la RSE incrementa la competitividad de las empresas y genera un retorno financiero.

En el sector de automoción, las grandes marcas están desarrollando acciones de RSE y se ha detectado que empiezan a exigir el cumplimiento de unos mínimos en materia de RSE a sus proveedores; por ejemplo, BMW ya realiza auditorías de sostenibilidad a sus proveedores, siendo un requisito indispensable para poder trabajar con ellos.

La pregunta que surge es: ¿ha llegado la hora de la RSE a las pymes industriales? Parece que aún no son muchas las que están recibiendo demandas concretas de sus clientes pero el camino ya se ha iniciado: se puede afirmar que las inversiones que están haciendo las pymes para mejorar sus procesos y ahorrar en tiempos y costes de producción repercuten positivamente en el medioambiente, y por otro lado, también saben que sus trabajadores son su mayor potencial y cada vez son más los empresarios que escuchany atienden las necesidades de estos. Ahora el siguiente paso de las pymes es comunicarlo, ya que si no cuentan lo que hacen a los ojos de sus principales clientes, estas actuaciones no existen.

En una economía globalizada, donde las pymes que sobreviven son las más competitivas, es necesario que usen todas sus armas. Forética, en su informe RSE y Marca España, señala que las empresas españolas líderes en sostenibilidad generan más márgenes comerciales y son mejor valoradas por inversores y analistas. La RSE debe considerarse como inversión, no como coste.

Llevamos años escuchando hablar de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE), siendo hasta hace poco un tema tratado en la gran mayoría de los casos por grandes empresas; pero esto está cambiando y se acerca cada vez más a las pymes del sector industrial. En el libro verde Fomentar un marco europeo para la responsabilidad social de las empresas publicado por la Comisión Europea en 2001 se afirma que 'ser socialmente responsable no solo significa cumplir plenamente las obligaciones jurídicas aplicables, sino también ir más allá e invertir (más) en capital humano, en el entorno y en las relaciones con las partes interesadas'. Catorce años después se puede decir que la RSE no sólo aporta beneficio a la sociedad o nuestro entorno: la RSE incrementa la competitividad de las empresas y genera un retorno financiero.

En el sector de automoción, las grandes marcas están desarrollando acciones de RSE y se ha detectado que empiezan a exigir el cumplimiento de unos mínimos en materia de RSE a sus proveedores; por ejemplo, BMW ya realiza auditorías de sostenibilidad a sus proveedores, siendo un requisito indispensable para poder trabajar con ellos.

La pregunta que surge es: ¿ha llegado la hora de la RSE a las pymes industriales? Parece que aún no son muchas las que están recibiendo demandas concretas de sus clientes pero el camino ya se ha iniciado: se puede afirmar que las inversiones que están haciendo las pymes para mejorar sus procesos y ahorrar en tiempos y costes de producción repercuten positivamente en el medioambiente, y por otro lado, también saben que sus trabajadores son su mayor potencial y cada vez son más los empresarios que escuchany atienden las necesidades de estos. Ahora el siguiente paso de las pymes es comunicarlo, ya que si no cuentan lo que hacen a los ojos de sus principales clientes, estas actuaciones no existen.

En una economía globalizada, donde las pymes que sobreviven son las más competitivas, es necesario que usen todas sus armas. Forética, en su informe RSE y Marca España, señala que las empresas españolas líderes en sostenibilidad generan más márgenes comerciales y son mejor valoradas por inversores y analistas. La RSE debe considerarse como inversión, no como coste.